5 de octubre de 2010

Talento Chileno: El Bullying en la TV (Por Rodrigo Ramos Bañados)

La burla como “extractor de risa” son la fórmula del reality “Pelotón” (TVN) y el programa “Talento Chileno” (Chilevisión). A través de una especie de “circo romano” se festina con el arrojo de desgraciados personajes con el objetivo común de destacar por alguna capacidad artística. Se apela al bullying como la madre de todas las entretenciones.
Esta forma de humor enfocada a exprimir los defectos de otros o el absurdo teatro de las relaciones amorosas entre personajes “freaks” –relaciones que más bien parecen armadas a priori para ganar puntos de rating- entretiene a un tipo de televidente: el rígido y aplastado por la sobrecarga laboral que lisa y llanamente no desea programas pensantes. Este televidente, más bien, quiere relajarse.
Así olvidamos por un rato las frustraciones y pequeños triunfos diarios, a través de la vida y actos de esos antihéroes, tipos buscadores de fama que no tienen pudor ni
temor al ridículo. Van como vacas al matadero. Estos competidores, algunos cesantes declarados, otros obesos -bajo el estereotipo de Susan Boyle- o incluso personas con deficiencia mental, se arriesgan por unos pesos o porque incompresiblemente creen que darán el gran salto en su vida. Quienes arriban a este tipo de programas endiosan a la televisión. En ella está la vida y la muerte. Sin embargo la lectura debajo de la alfombra es que son utilizados para que uno o usted en su casa se ría y disfruete.
Sin temor a la vergüenza y tal vez bajo la fragilidad de pensar afiebradamente que serán descubiertos y cambiarán sus vidas, en “Talento Chileno” los personajes exponen su dignidad a ciegas. En esta clase de programa no hay un coladero, como en otros programas busca talentos, pues tienen claro que el ridículo vende y eleva el rating. Por esto parten con la exposición de energúmenos desorientados que son festín para el jurado. Los juicios del jurado también son llamativos, especialmente los de Antonio Vodanovic, el más drástico, quien el último lunes tuvo el poco tacto de “ningunear”, de manera burlesca, a un niño de 10 años porque conocía y cantó una canción de Edith Piaf ¿Por qué un niño de clase media baja no podría conocer a la cantante francesa? De partida un programa no puede exponer a niños menores de 10 años.
Por otra parte, la fórmula de “Pelotón” mezcla a un zoológico de manoseados personajes televisivos o deportivos algunos en franca decadencia. Por encabezar algún titular, por llamar la atención o por seguir siendo material para estos programas estos personajes se entregan a sabiendas o por libreto que sus ronroneos venden o suben el rating. La cuota de humor se produce cuando dos de estos personajes se juran amor eterno tras un romance de cinco minutos o de motel. Ridículo. Desde ningún punto de vista ambos programas que engordan la noche del lunes pueden ser tomados en serio. Son programas de humor fácil.

No hay comentarios.: