20 de agosto de 2013

JUAN LÓPEZ… ¿ALFARO?



 Por Wilfredo Santoro Cerda
www.diariomejillones.cl
Apasionante rastreo del personaje más misterioso de la historia chilena
Junio nos sorprendió con una noticia insólita y espectacular. Un verdadero “golpe” en el lenguaje periodístico. María Canihuante, curadora del patrimonio de Andrés Sabella halló en Quillota el certificado de matrimonio de Juan López, pionero de la zona minera chilena.

López es uno de los personajes más fascinantes y a su vez, marginados, de la historia chilena. Una historia marcada por el centralismo y un fuerte clasismo que sólo reconoció los méritos de poderosos, como José Santos Ossa, socio de Agustín Edwards. Sólo en los últimos años López se ha podido zafar de su calificativo de “chango”, merced a la aparición de copiosa información histórica que respalda su calidad de descubridor y empresario minero.

Fue en ese contexto de replanteo de la figura de López que María Canihuante apareció con este nuevo
antecedente. Detrás de ella hay otro investigador de una seriedad a toda prueba: Sergio Gaytán Marambio, crítico y ensayista que conoce el tema.

El documento en si es el comprobante de un certificado de matrimonio parroquial extendido el 24 de mayo de 1851en Copiapó. Da cuenta del matrimonio de un señor llamado Juan López con una dama de nombre Carmen Zabala, viuda de Manuel Caballero. Detalla que López es hijo de José López y Rosario Alfaro. No da fechas de nacimiento, pero sí establece que el varón es natural de Quillota y la dama de Santiago.

El comprobante se hallaba en el Museo de Quillota y está fechado el 29 de enero de 1997. El documento que fue hecho público por los investigadores no contiene firma ni sellos. Está escrito a máquina y dice con esta misma tipografía “firma ilegible”.

FACSÍMIL

Vamos revisando... hasta el momento ¿Qué tenemos? Un facsímil a máquina (no un scanner) de un documento de 1997, que certifica que en el tomo 26 de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Copiapó está el acta de matrimonio del señor Juan López con Carmen Zabala. Asumiendo que eso es cierto, que el documento con firma y timbre está en poder de los investigadores y que estos han mostrado un facsímil y no el documento verdadero. ¿Qué tenemos en sí?

Más allá del casamiento de un señor llamado Juan López, no he visto un solo testimonio que establezca que tal persona es el pionero. Porque el apellido López era bastante común en ese tiempo. En el Mejillones de 1863, que tenía 400 habitantes, había al menos 3 López. Uno era Juan, el pionero. Un segundo es López Gama, su rival (brasileño que se decía primo de su emperador) y también estaba el capitán del Cochrane, Juan E. (Esteban) López. Es decir, en este pequeño poblado se conocían 3 López y 2 se llamaban Juan. ¿Cuánto Juan López habría en Copiapó, que era mucho más grande?

¿OTRA INVESTIGACIÓN?

Un segundo elemento que llama poderosamente la atención es que la obtención de ese documento en 1997 parece obra de una investigación. Alguien pesquisó en Copiapó, fue a las parroquias, llegó a Nuestra Señora del Rosario, obtuvo el antecedente, obtuvo el certificado y por algún motivo... lo entregó al Museo de Quillota. ¿Por qué tal eventual investigador como el Museo en sí mantuvieron silencio acerca de esta bomba histórica, conociendo la trascendencia que tiene Juan López en el norte chileno? ¿Para esperar que –transcurridos 16 años- aparecieran otros investigadores y darles a ellos el crédito de su trabajo?... o porque –lisa y llanamente- no lograron establecer que tal persona era el pionero.

Vamos viendo de qué forma engarzan los datos conocidos con este nuevo antecedente. Isaac Arce dice “podemos asegurar que era de Copiapó”. Igualmente dice –acerca de su hijastro- que “también era de apellido López”. En general, esta figura no coincide con la otra. Si el hijastro se hubiese apellidado Caballero.... ya tendríamos ese nexo. O si el marido original también hubiese sido López. Pero no. No coincide.

LAS COINCIDENCIAS

Ahora, la propuesta Canihuante – Gaytán, no está desprovista de coherencia. En primer lugar: la persona que firma el acta de matrimonio lo hace como “Juan López”, costumbre inveterada del pionero, que precisamente acentuó su aire misterioso.

Un segundo hecho es la relevancia que tiene Quillota en esta serie de acontecimientos. De partida, allí se encuentra la residencia de Juan Garday, quien siendo francés se halla avecinado en Quillota, como lo explica detalladamente en el segundo documento justificativo de “Las Huaneras de Mejillones”. ¿Viajó ex-profeso Juan López en 1845 para trabajar en las huaneras que explotaba su “coterráneo” Garday?

Por último, tras su fracaso en Mejillones Juan López vuelve a la carga –luego de una tregua de 4 años- en Antofagasta con el concurso de un socio porteño: Juan Arauco. Arauco es de Valparaíso y allí lo tentó López ¿lo hizo porque se hallaba en su tierra natal: Quillota?

Pareciera ser que la publicación de este antecedente hallado en 1997 ha abierto más incógnitas. Porque me parece que estamos lejos de haber confirmado el segundo apellido de López. La aparición de este facsímil no hace sino invitar a seguir hurgando... buscando la verdadera historia del más enigmático pionero de Chile.

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