Que hubiera pensado John Lennon, si supiera que una compañia como Google, completamente ajena a las letras de sus canciones y sus pensamientos, utiliza su imagen para validarse, bajo el nombre de un homenaje?
Y es que a estas alturas, donde todo parece un revoltijo de carne con madera -como diría Silvio Rodríguez- con un Presidente citando palabras de Violeta Parra, mujer que dedicó su vida a cantar contra políticos como él, la imagen de esa especie de Cristo del Rock aparece lejana y difusa.
Entre medios de comunicación vendiendo con la imagen del ídolo pop, cuesta encontrar al John Lennon real. Ese apasionado activista que desafió a los nacionalistas y racistas fundamentalistas, enseñándoles a imaginar un mundo sin fronteras ni religión.
A 70 años de su nacimiento, el dato más repetido dice que un 9 de Octubre, en Liverpool, vio por primera vez la luz John Winston Lennon. El mítico líder de The Beatles.
Pero cuanta historia se echan al bolsillo esos engominados críticos musicales mercuriales. Porque John Lennon, tiene la grandiosidad de ser como esos miles de músicos que hoy por hoy pululan sin apoyo mediático, por cantar rebeldías y
desórdenes, por decir inmoralidades y faltas de respeto.
El homenaje de la BBC no dice que la canción “Working Class Hero” fue censurada en BBC Radio por decir la palabra “fucking” (jodidamente). El mundo no aprendió y años después repitieron la mordaza con Radiohead y la inolvidable Creep.
Desde temprano los medios quisieron ver morir a John. Y cómo no iban a hacerlo, si él cantaba contra sus dogmas de libre-mercado, contra sus millares de muertes en Vietnam a nombre de la lucha contra el comunismo, ese que John Lennon admiraba. Contra su “libertad” de farandulizar y mantener la rutina.
Fue una época de mentes estrechas que no podían concebir la “utopía” como una realidad posible, que preferían un dictador sanguinario antes que otorgar “Power to the People”, que se espantaban con las faldas cortas y no con las espantosas diferencias entre ricos y pobres.
Cómo se sentiría John sabiendo que esas pocas mentes estrechas son las que hoy venden con su música victoriosa, que con la imagen de su pelo largo y anteojos redondos acompañando una mirada soñadora, apoyan a autoridades que se burlan de los “hippies de mierda”.
Cómo se sentiría John si viera que esos mismos que como ciegos fanáticos alaban los supuestos logros de la libertad del imperio norteamericano, tararean sus discos y sus melodías mientras ignoran que Nixon, el mismo que derrocó a Allende, cancelaba sus visas y tenía espías del FBI interviniendo sus llamadas telefónicas.
Pero pese a tanta licuadora mediática, todavía se multiplica toda esa gente que más que copiar un look o decir “me gusta esta música” para estar “en onda”, entiende y practica la música que escucha. Que ama como un bien preciado sus derechos y sueña con un mañana distinto, un futuro tan fácil de imaginar y cumplir, si no fuera por esos pocos que con sus trabas y defensa de privilegios evitan.
Por eso, esta columna pretende ser un homenaje a todos esos guitarreros desaliñados que día a día espantan a viejas siúticas, desafíando al sistema y cambiando las balas por flores. Porque en ustedes, y no en el marketing, los ideales de John Lennon siguen presentes. Necesitamos más que nunca que sigan existiendo y no se rindan, porque John tampoco lo hizo y se volvió inmortal. Queremos que en ustedes se multipliquen los Working Class Hero (Héroes de la Clase Obrera), que sigan salvando las vidas de los inocentes y los desamparados del mundo, que sigan siendo la voz de ese discurso que no sale en la tele y ayuden a tantos a imaginar y construir ese futuro que podría ser mañana.
Por Cristian Reyes Herrera (Vía: La Alternativa)
Y es que a estas alturas, donde todo parece un revoltijo de carne con madera -como diría Silvio Rodríguez- con un Presidente citando palabras de Violeta Parra, mujer que dedicó su vida a cantar contra políticos como él, la imagen de esa especie de Cristo del Rock aparece lejana y difusa.
Entre medios de comunicación vendiendo con la imagen del ídolo pop, cuesta encontrar al John Lennon real. Ese apasionado activista que desafió a los nacionalistas y racistas fundamentalistas, enseñándoles a imaginar un mundo sin fronteras ni religión.
A 70 años de su nacimiento, el dato más repetido dice que un 9 de Octubre, en Liverpool, vio por primera vez la luz John Winston Lennon. El mítico líder de The Beatles.
Pero cuanta historia se echan al bolsillo esos engominados críticos musicales mercuriales. Porque John Lennon, tiene la grandiosidad de ser como esos miles de músicos que hoy por hoy pululan sin apoyo mediático, por cantar rebeldías y
desórdenes, por decir inmoralidades y faltas de respeto.
El homenaje de la BBC no dice que la canción “Working Class Hero” fue censurada en BBC Radio por decir la palabra “fucking” (jodidamente). El mundo no aprendió y años después repitieron la mordaza con Radiohead y la inolvidable Creep.
Desde temprano los medios quisieron ver morir a John. Y cómo no iban a hacerlo, si él cantaba contra sus dogmas de libre-mercado, contra sus millares de muertes en Vietnam a nombre de la lucha contra el comunismo, ese que John Lennon admiraba. Contra su “libertad” de farandulizar y mantener la rutina.
Fue una época de mentes estrechas que no podían concebir la “utopía” como una realidad posible, que preferían un dictador sanguinario antes que otorgar “Power to the People”, que se espantaban con las faldas cortas y no con las espantosas diferencias entre ricos y pobres.
Cómo se sentiría John sabiendo que esas pocas mentes estrechas son las que hoy venden con su música victoriosa, que con la imagen de su pelo largo y anteojos redondos acompañando una mirada soñadora, apoyan a autoridades que se burlan de los “hippies de mierda”.
Cómo se sentiría John si viera que esos mismos que como ciegos fanáticos alaban los supuestos logros de la libertad del imperio norteamericano, tararean sus discos y sus melodías mientras ignoran que Nixon, el mismo que derrocó a Allende, cancelaba sus visas y tenía espías del FBI interviniendo sus llamadas telefónicas.
Pero pese a tanta licuadora mediática, todavía se multiplica toda esa gente que más que copiar un look o decir “me gusta esta música” para estar “en onda”, entiende y practica la música que escucha. Que ama como un bien preciado sus derechos y sueña con un mañana distinto, un futuro tan fácil de imaginar y cumplir, si no fuera por esos pocos que con sus trabas y defensa de privilegios evitan.
Por eso, esta columna pretende ser un homenaje a todos esos guitarreros desaliñados que día a día espantan a viejas siúticas, desafíando al sistema y cambiando las balas por flores. Porque en ustedes, y no en el marketing, los ideales de John Lennon siguen presentes. Necesitamos más que nunca que sigan existiendo y no se rindan, porque John tampoco lo hizo y se volvió inmortal. Queremos que en ustedes se multipliquen los Working Class Hero (Héroes de la Clase Obrera), que sigan salvando las vidas de los inocentes y los desamparados del mundo, que sigan siendo la voz de ese discurso que no sale en la tele y ayuden a tantos a imaginar y construir ese futuro que podría ser mañana.
Por Cristian Reyes Herrera (Vía: La Alternativa)
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