Por Sergio Gaytán M.
El lanzamiento del libro se efectuará el lunes 23 de abril, a las 19:00 horas, en el Centro Cultural Gamelín Guerra del vecino puerto.
Cada día que avanza del siglo veintiuno, Juan López, el hombre que nada tuvo de chango, y tal vez menos de copiapino, pero sí mucho de empresario y emprendedor, empieza a perder el carácter del ser mítico que cantaron los hombres del siglo veinte. Llegó en el diecinueve desde otras latitudes para fundar primero su empresa (“minero de profesión”) y luego una ciudad.
Es decir, pertenece a un tiempo histórico y sus acciones nada tuvieron de ficticias.
La literatura lo quiso ver así, tal vez con el convencimiento de que necesitábamos de un personaje que tuviera ciertas características especiales. Hasta entonces y por qué no decirlo, hasta hoy, nuestros historiadores e investigadores poco o nada dijeron de sus verdaderas acciones. Era mucho más sencillo dejar las cosas como estaban y no escarbar más allá. Prevalecía el poder de José Santos Ossa, con quien López tuvo serias diferencias e incluso lo culpa y acusa de despojo y desalojo.
Visos de concreta realidad lo constituye su Memorial, fechado en La Chimba, septiembre 20 de 1872, publicado originalmente en El Industrial, a fines de 1900 por Pedro Pablo Figueroa y, luego, en Colecciones “Hacia” de Andrés Sabella, por José A. González P., con un documentado comentario. Pero siempre hay un más, puesto que no es la única obra. Con anterioridad había publicado “Las huaneras de Mejillones”, 1863, Imprenta Chilena, 110 pgs., en compañía de don Matías Torres (“sujeto pudiente, amigo de las grandes empresas i de elevados pensamientos”) y el ciudadano francés Juan Garday, también de poder económico.
149 años después, el empuje de los mejilloninos Wilfredo Santoro y Florentino Novoa, el aporte de la empresa privada y gestión municipal, el expediente de “Las huaneras”, volverá a circular. El tema es el acto indemnizatorio por la caducidad de la extracción del guano rojo en el morro de Mejillones, basado en los apuntes de puño y letra de López y que fueron base para la reclamación de sus abogados.
El lanzamiento de este libro de Juan López y sus socios se efectuará el lunes 23 de abril, a las 19 hrs., en el Centro Cultural Gamelín Guerra de Mejillones y forma parte de las celebraciones del día del libro. Están todos y todas invitados. Allí los esperará tanto Wilfredo Santoro como Florentino Novoa, Manuel Tapia Marín, director de la Corporación Cultural de Mejillones y por supuesto, el Alcalde, Marcelino Carvajal Ferreira.
El lanzamiento del libro se efectuará el lunes 23 de abril, a las 19:00 horas, en el Centro Cultural Gamelín Guerra del vecino puerto.
Cada día que avanza del siglo veintiuno, Juan López, el hombre que nada tuvo de chango, y tal vez menos de copiapino, pero sí mucho de empresario y emprendedor, empieza a perder el carácter del ser mítico que cantaron los hombres del siglo veinte. Llegó en el diecinueve desde otras latitudes para fundar primero su empresa (“minero de profesión”) y luego una ciudad.
Es decir, pertenece a un tiempo histórico y sus acciones nada tuvieron de ficticias.
La literatura lo quiso ver así, tal vez con el convencimiento de que necesitábamos de un personaje que tuviera ciertas características especiales. Hasta entonces y por qué no decirlo, hasta hoy, nuestros historiadores e investigadores poco o nada dijeron de sus verdaderas acciones. Era mucho más sencillo dejar las cosas como estaban y no escarbar más allá. Prevalecía el poder de José Santos Ossa, con quien López tuvo serias diferencias e incluso lo culpa y acusa de despojo y desalojo.
Visos de concreta realidad lo constituye su Memorial, fechado en La Chimba, septiembre 20 de 1872, publicado originalmente en El Industrial, a fines de 1900 por Pedro Pablo Figueroa y, luego, en Colecciones “Hacia” de Andrés Sabella, por José A. González P., con un documentado comentario. Pero siempre hay un más, puesto que no es la única obra. Con anterioridad había publicado “Las huaneras de Mejillones”, 1863, Imprenta Chilena, 110 pgs., en compañía de don Matías Torres (“sujeto pudiente, amigo de las grandes empresas i de elevados pensamientos”) y el ciudadano francés Juan Garday, también de poder económico.
149 años después, el empuje de los mejilloninos Wilfredo Santoro y Florentino Novoa, el aporte de la empresa privada y gestión municipal, el expediente de “Las huaneras”, volverá a circular. El tema es el acto indemnizatorio por la caducidad de la extracción del guano rojo en el morro de Mejillones, basado en los apuntes de puño y letra de López y que fueron base para la reclamación de sus abogados.
El lanzamiento de este libro de Juan López y sus socios se efectuará el lunes 23 de abril, a las 19 hrs., en el Centro Cultural Gamelín Guerra de Mejillones y forma parte de las celebraciones del día del libro. Están todos y todas invitados. Allí los esperará tanto Wilfredo Santoro como Florentino Novoa, Manuel Tapia Marín, director de la Corporación Cultural de Mejillones y por supuesto, el Alcalde, Marcelino Carvajal Ferreira.
1 comentario:
Sin duda era un gran empresario y nosotros mitificándolo como un pobre chango
Darío Destroi
Publicar un comentario