Nos ha dejado esta primavera el amigo escritor y premio nacional de literatura, José Miguel Varas Morel. Tuvimos la oportunidad de gozar de su presencia y sus escritos en distintas ocasiones, como aquella que organizara la Biblioteca Mario Bahamonde de la I. Municipalidad; luego, la U. Santo Tomás; la Filzic 2011; el Colegio San Esteban junto con Editorial Santillana Norte. Supimos de su calidez humana y de su experiencia como hombre de letras, animador cultural y locutor. Compartimos con él, además, un breve paseo por el actual paseo Prat, tratando que su memoria reencontrara su antigua casa habitación, cuando su padre, fue destinado a nuestra ciudad. Éste, también fue escritor, don José Miguel Varas Calvo.
Su narrativa breve, como aquella lectura de su cuento La Huachita, quedó grabada en nuestras mentes, pues a través de ella supo dar vida a través de sus múltiples voces y humor la animación extraordinaria a su propia creación. Sus novelas, cuentos y ensayos uedarán para solaz de próximos lectores, así como sus páginas culturales aparecidas en la revista Rocinante, como antes en el diarismo político. Hombre afable y cordial, gustador de la buena mesa e infatigable conversador en los más disímiles temas. Pese a sus breves estadías supo ganarse la confianza de nuevos amigos que no tardaron en comprometerlo para que nuevamente estuviera entre nosotros.
Nerudiano por excelencia, une para la historia la igualdad de fecha para su partida.
Su narrativa breve, como aquella lectura de su cuento La Huachita, quedó grabada en nuestras mentes, pues a través de ella supo dar vida a través de sus múltiples voces y humor la animación extraordinaria a su propia creación. Sus novelas, cuentos y ensayos uedarán para solaz de próximos lectores, así como sus páginas culturales aparecidas en la revista Rocinante, como antes en el diarismo político. Hombre afable y cordial, gustador de la buena mesa e infatigable conversador en los más disímiles temas. Pese a sus breves estadías supo ganarse la confianza de nuevos amigos que no tardaron en comprometerlo para que nuevamente estuviera entre nosotros.
Nerudiano por excelencia, une para la historia la igualdad de fecha para su partida.
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